Se suele decir que la llegada del otoño y el cambio de hora vienen acompañados de la tristeza y la melancolía. No es nuestro caso. Para nosotros es la estación del cine, tardes lluviosas en la ciudad donde entrar en el agradable calor de una sala y sentirnos arropados de la mejor compañía. Ya sean amigos, familiares, o desconocidos con los que compartir reposabrazos, risas, llantos y otras tantas emociones durante dos horas. Desde la vibración de la velocidad y tensión de un adelanto por dentro en LE MANS’ 66 con Matt Damon y Christian Bale; como la empatía con el amor de MADRE (en la nueva película de Rodrigo Sorogoyen protagonizada por Marta Nieto), de un padre coraje en ADIÓS de Paco Cabezas con Mario Casas, o los sentimientos encontradas entre progenitor e hija Eduard y Greta Fernández, en realidad y ficción, en LA HIJA DE UN LADRÓN. Sin olvidar, por supuesto, el gran amor fraternal entre Elsa y Anna en FROZEN 2. Un mes lleno de películas de reparto pero, como se puede ver, donde los grandes protagonistas son los diferentes afectos personales, como sólo el gran cine puede y sabe hacer.